miércoles, 5 de agosto de 2009

El Renacimiento

Él llega en su caballo, se detiene en la base de la torre y desmonta, mira hacia arriba y la busca a ella; cuando la encuentra grita con todas sus fuerzas su nombre y se da cuenta que cuando lo hace la pequeña caja que lleva en su mano vibra fuerte y rápidamente.

Ella se asoma por el balcón y lo ve allí de pié. Lo invita a pasar. Él sube las escaleras rápidamente, pero cuando llega a la habitación de ella se da cuenta que ya no es tan fuerte como antes, siente que la vida lo abandona. Cuando ella abre la puerta lo ve allí en el piso, sin espada y sin armadura, lo ve triste y abandonado, destruido y sin vida pero aferrado fuertemente a una pequeña caja que vibra lentamente.

Ella lo contempla en silencio por un momento, le da vuelta y se sorprende con lo que ve: allí donde debería estar el corazón tiene un hueco. Toma la caja y la abre revelando ante ella algo que la deja horrorizada: es el corazón de su caballero, aquel que se encuentra en el suelo tendido.

Ante este acto de locura por parte de aquel a quien ella adora, lo toma entre sus brazos y lo acuesta suavemente en su cama y con manos milagrosas devuelve el corazón al lugar donde pertenece y así vuelve a darle vida al moribundo.

Cuando él abre los ojos la mira y le sonríe. Le dice lentamente que ha venido a traerle su corazón como señal de su amor. Ella acaricia su rostro y le dice con voz dulce que ¿de qué sirve su corazón cuando el dueño de él muere? Le pide que él se convierta en el custodio de su corazón y a donde él vaya ella siempre estará a su lado.

Él cierra los ojos y por un instante parece muerto. Al momento vuelve con un nuevo brillo en los ojos. Toma las manos de ella entre las suyas, las besa y se siente. Así él se da cuenta que su princesa es su razón de ser y que su corazón late con fuerza cuando ella está a su lado. La abraza y se siente renovado, porque ha caído en la cuenta de que con ella se siente feliz, fuerte; porque ella es el centro de su universo. Se da cuenta que ella lo es todo en su vida.

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